Cuando Diana Durango entró para comer a un restaurante del Casco Antiguo de Panamá, junto a unas amigas de Estados Unidos, el mesero prefirió atender primero a un grupo de mujeres blancas que llegó después que ellas. La líder comunitaria no solo ha sentido discriminación por su color de piel en los restaurantes, sino también en los centros comerciales, “primero atienden a la persona de tez blanca… no es correcto, a todos nos deben tratar de igual manera”.
Esta problemática la ha vivido Durango y el 90% de las mujeres afrodescendientes en Panamá, como así lo expone el estudio “Investigación sobre acción local para la prevención y atención de violencia hacia las mujeres afrodescendientes en Panamá” del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
De acuerdo con Eusebia Solís, una de las investigadoras, los datos denotan las distintas violencias de las que son víctimas las mujeres afrodescendientes que participaron de la encuesta. Entre los principales hallazgos está el hecho de que el 79,4% se ha sentido discriminada a lo largo de su vida; el 61% considera que no tiene acceso a cargos en el ámbito laboral porque hay racismo y sexismo; el 41,1% de las encuestadas ha sido molestada por su peinado afro o su pelo en los centros educativos, junto con otros tipos de violencia dentro de la comunidad y en los hogares.
Solís explicó que en el estudio se expone la interrelación de distintos tipos y formas de discriminación existentes en cualquier momento de la vida de las mujeres; es lo que en el feminismo se ha llamado interseccionalidad, visibilizando la triple discriminación que puede sufrir una mujer por ser, además, negra y pobre.
Un ejemplo de este concepto es la violencia que viven las mujeres afrodecendientes de la comunidad LGTBIQ+. “La condición de homosexual es un estereotipo marginado en la sociedad panameña, máxime en poblaciones afrodescendientes… se ven limitadas a poner denuncias pues el propio Estado no reconoce ni apoya ni se sensibiliza con este tramo poblacional”, denuncia el documento.
La investigadora Solís remarcó que el cuerpo de estas mujeres va a tener mayores limitaciones en la sociedad porque sufren múltiples opresiones ya que con sus cuerpos se movilizan, viven dentro de sus barrios o van a buscar empleos en una sociedad que es discriminatoria y racista, recalcó la también psicóloga a La Estrella de Panamá.
La coordinadora Grupo de Estudios Africanos y Afrodescendientes del Centro de Investigaciones de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, Naschelly Beitia Mercado, subrayó que parte de los retos que enfrenta la comunidad LGTBIQ+ es el racismo, la discriminación racial y la homofobia. “Hacen falta estadísticas específicas para la comunidad afrodescendiente diversa, así mismo que tipifiquen los feminicidios según género, etnia, y en este caso por orientación sexual”.
Beitia agregó que se sabe de casos de mujeres afrodescendientes que han sido discriminadas por tener una orientación sexual diversa, y no solo por eso, han sido discriminadas por llevar su cabello afro, se ha visto principalmente en las escuelas, hay mujeres que sufren hostigamiento laboral en los trabajos por no cumplir con ciertos estereotipos que la sociedades esperan que las mujeres afrodescendiente deban cumplir; también denuncia la activista, se les ha hipersexualizado, ya que existe un cierto pensamiento de qué debe cumplir una mujer negra, es decir: “la mujer negra cocina rico, sabe bailar, debe hacerlo rico en la cama, pero a su vez son prejuicios y subjetividades que se han perpetuado en el imaginario social que afectan a las mujeres afrodescendientes con una orientación sexual diversa”.
Para la presidenta de Voces de Mujeres Afrodescendientes en Panamá y coordinadora regional de la Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Mireya Piers, este informe “refleja más de cerca una aproximación de la realidad de la mujer afrodescendiente en Panamá”.
Piers denunció que la mujer afrodescendiente sufre de múltiples problemas, por ejemplo cuando sus hijos son discriminados “en las escuelas, incluso las autoridades, no todas, pero hay autoridades que piensan que por el color de la piel vienen a robar o son delincuentes, hemos podido escuchar cómo mujeres afro se quejan de esta problemática”.
“La población afropanameña está desprovista de la atención de salud en términos generales; viven en las áreas más marginales, en lugares donde no llega la salud y posibilidades de empleo; son situaciones que el Estado tiene que atender”, añadió la también economista.
En este estudio de las Naciones Unidas se menciona que: “Las oportunidades no son las mismas para blancos y negros, sobre todo en el ámbito laboral, donde, a pesar de que muchas de estas mujeres tienen niveles educativos superiores a los de la población blanca, son excluidas de posiciones con más nivel y capacitación solo por su condición de mujer afrodescendiente”.
“En este país, ser mujer, ser negra y ser pobre es una triple discriminación que responde a una discriminación estructural que está ligada con el sistema y condiciones de mucha precariedad económica y de inseguridad social”
![El peso del color de la piel en Panamá](https://imagenes.laestrella.com.pa/files/image_88_88/uploads/2022/05/03/6271b9ea9149e.jpeg)
EUSEBIA SOLÍSINVESTIGADORA
Otro estudio que remarca la desigualdad salarial que sufren estas mujeres es el “Informe sobre la población afropanameña: Oportunidades y desafíos”, del Banco Interamericano de Desarrollo, el cual señala que las mujeres afropanameñas tienen los niveles de educación más altos, sin embargo, tienen los mayores niveles de desempleo.
Mientras que su ingreso laboral promedio en 2017 es 10% menor al de la mujer no afrodescendiente; 14% menor al de hombres afrodescendientes y un 21% menor al de hombres no afrodescendientes, explica el organismo.
En cifras reales, en 2015 el ingreso laboral mensual de los hombres afropanameños, en promedio, estaba en casi $795 mensuales; en 2016, $800 mensuales y en 2017, $800. Mientras que para 2015, los no afro ganaban alrededor $780. En 2016, cerca de $850 y en 2017 un aproximado de $890.
En tanto que el ingreso laboral de la mujer afropanameña, en 2015 era $670; en 2016 ganaba $695 y en el año 2017 se mantuvo igual que en el año anterior. Por otro lado, el ingreso laboral de la mujer no afro en el año 2015 era $650, en el 2016 de $700, y en el 2017 unos $780.
De acuerdo con el estudio “Situación de las mujeres afropanameñas del Programa de las Nacionaes Unidas para el Desarrollo (Pnud), entre las barreras que obstaculizan el avance de las mujeres afropanameñas se encuentran la falta de educación, exclusión, pobreza, los estereotipos que difunden de ellas los medios de comunicación, la poca participación política y barreras mentales.
En materia educativa, apunta el informe, pertenecen a los grupos más pobres y, por lo tanto, tienen una educación deficiente; por ende, menos oportunidades; sufren también por un sistema de salud pública deficiente y tienen una exclusión histórica al poseer pocas oportunidades y políticas públicas adecuadas.
“En resumen, la situación de marginalidad y exclusión se da en el caso de las mujeres pobres y en extrema pobreza, por no concretarse los derechos que les permitirían insertarse de manera adecuada a la educación de calidad y posteriormente al mercado laboral competitivamente. En el caso de las mujeres de clase media y media alta, porque una vez adquiridas y desarrolladas las capacidades y habilidades de incorporación efectiva, siguen siendo ignorados sus derechos impidiendo su ubicación en posiciones laborales acordes”, se lee en el documento.
Todas las especialistas consultadas por este medio señalaron que la educación en una herramienta para eliminar el racismo en Panamá, situación que miles de niñas, adolescentes y mujeres afropanameñas sufren solo por tener un color de piel distinto al de las no afro.
Para la presidenta de la Fundación Red de Jóvenes Afropanameños, Mibzar Powell, el principal reto de la mujer afrodescendiente es visibilizarla. “Hemos estado en diferentes espacios a través de muchos años y no nos han valorado”.
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Fuente: https://www.laestrella.com.pa/cafe-estrella/cultura/220504/peso-color-piel-panama
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